200 años de Bolivia en 20 latidos de memoria y esperanza

Artículo

Por Valeria Quiñones

A 200 años de su independencia, Bolivia sigue debatiéndose entre la memoria de su pasado y las incertidumbres del presente. Desde la Real Audiencia de Charcas hasta cumplir su bicentenario, pasando por conquistas sociales, derrotas y una inacabada búsqueda de justicia, la historia boliviana ha sido tejida con lucha, héroes y decisiones que cambiaron destinos. Hoy, en el umbral del Bicentenario, vale la pena mirar atrás y rememorar los hitos y voces que marcaron cada momento.

29 de agosto de 1559: Fundación de la Real Audiencia de Charcas

En pleno Virreinato del Perú, se crea la Real Audiencia de Charcas, con sede en La Plata (hoy Sucre), como tribunal supremo y autoridad política colonial. La Audiencia, aunque institución colonial, sería semilla de la conciencia americana.

1809: Revolución de Chuquisaca y La Paz

La rebelión del 25 de mayo en Chuquisaca es considerada como el primer grito libertario de América, volviéndonos precursores de la libertad del continente. Poco después en La Paz, estalla su propia revolución un 16 de julio con una autodeterminación sin igual. Pedro Domingo Murillo, dejó su voz encendida en la historia: “La tea que dejo encendida nadie la podrá apagar.”

6 de agosto de 1825: Fundación de Bolivia

Tras la victoria patriota, la Asamblea de 1825 declara la independencia. Bolívar, admirado por la bravura de estas tierras llamaría al país recién nacido como “la hija predilecta”. Al mismo tiempo que denominaron a estas bellas tierras como Bolivia en honor al libertador, ya que “si de Rómulo vino Roma, de Bolívar viene Bolivia”. Bolívar pronto se marcharía, dejando a Sucre la tarea de consolidar el nuevo Estado.

1871: Movimiento federalista de Andres Ibañez

Desde Santa Cruz surge la voz de Andrés Ibáñez, quien reclamaba descentralización y justicia social, adelantándose a debates que siguen vigentes. En la proclama de la Junta Superior Federal del Oriente se lee: “Una era de paz, igualdad y fraternidad se abrirá.”

Fue sofocado y ejecutado, pero su legado sobreviviría como semilla de autonomía regional.

14 de febrero de 1879 – 20 de octubre 1883: Guerra del Pacifico

Chile invade el Litoral boliviano, privando al país de su salida al mar. En Calama, Eduardo Abaroa, héroe civil, se inmortaliza con su famosa negativa a rendirse: “¿Rendirme yo? ¡Que se rinda su abuela, carajo!”. El conflicto terminó oficialmente en 1883 cuando Bolivia y Chile firmaron el Tratado de Ancón.

15 de junio 1932 – 12 de junio 1935: Guerra del Chaco

Calor implacable y sed fue lo que los soldados bolivianos tuvieron que pasar en una de los conflictos más cruentos de la historia boliviana, dejando más de 60.000 bolivianos muertos. A pesar de la derrota militar, esta guerra unió a bolivianos de todos los rincones, revelando una identidad colectiva que parecía dispersa.

1952: Revolución nacional

La rebelión popular derrocó la oligarquía minera, instaurando el voto universal, la reforma agraria y la nacionalización de las minas al mando del presidente Victor Paz Estenssoro. Hernán Siles Zuazo, figura clave del MNR, expresaría: “La revolución que no establece el orden perece en el desorden.” Fue un cambio radical que transformó la estructura política y social de Bolivia para siempre.

31 de marzo de 1963: Bolivia gana la Copa América

En un torneo inolvidable, Bolivia conquistó la Copa América como local. En las memorias de dichos de aquel tiempo se recuerda: “La ganamos todos, con garra, con alma, por Bolivia.” Victor Ugarte, también llamado el Maestro, se convirtió en símbolo de aquel triunfo. Un momento de orgullo deportivo que aún emociona al país.

9 de octubre de 1967: Muerte del Che Guevara

La escuela La Higuera en la provincia de Llagua, fue testigo de cómo el Che cayó prisionero y fue ejecutado. Su última frase al soldado Mario Terán es histórica: “Apunte bien, va a matar a un hombre.” Ese disparo selló el fin de su fallida revolución continental y atrajo los ojos del mundo hacia el país donde el famoso socialista murió.

1971 – 1978: Dictadura de Banzer

El general Hugo Banzer Suárez toma el poder mediante un golpe de Estado y se mantiene gracias al apoyo de sectores conservadores y militares. Su lema de justificación fue claro: “Orden, paz y trabajo.” Tras siete años de represión, el precio sería muy alto en derechos humanos.

1985: Shock neoliberal del Decreto Supremo 21060

El país, asfixiado por la hiperinflación, aplica un ajuste draconiano. Víctor Paz Estenssoro lo resumió de forma dramática en una frase que quedo en la historia: “Bolivia se nos muere.”

La relocalización dejó sin empleo a miles de mineros, marcando el inicio de la migración masiva hacia las ciudades.

1993 – 1994: Reforma educativa e interculturalidad

La Ley 1565 de Reforma Educativa inaugura el concepto de educación intercultural, un hito para la inclusión indígena: “Construir un sistema educativo intercultural y participativo…”

Un paso hacia la igualdad que, pese a limitaciones, se considera un avance histórico e incluso pionero en el territorio sudamericano.

4 de enero del 2000 – 10 de abril del 2000: Guerra del agua

Cochabamba enfrentó la privatización del agua generando una rebelión popular que obligó al gobierno a retroceder. En las calles retumbó el grito: “¡El agua es nuestra, carajo!”

Fue la primera gran victoria popular del siglo XXI.

19 de septiembre de 2003 – 17 de octubre de 2003: Guerra del gas

Los recursos fueron causa de represión nuevamente. El pueblo se levanta ante la exportación del gas sin beneficio nacional, y surge una consigna poderosa: “El gas no se vende, el gas se defiende.” Octubre negro dejó más de 60 muertos, pero la memoria de resistencia permanece viva. El conflicto terminó con la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

22 de enero de 2006: Primer gobierno indígena

Evo Morales llega a la presidencia como primer líder indígena electo democráticamente. En su discurso prometió: “Con la fuerza del pueblo vamos a acabar con el Estado colonial.” Fue un símbolo para los pueblos originarios de toda América Latina.

7 de febrero de 2009: Promulgación de la nueva Constitución

Bolivia se declara Estado Plurinacional, reconociendo 36 naciones indígenas y una nueva forma de entender la democracia. Morales enfatizó que la nueva Carta Magna “protege por igual a todos los bolivianos.” Un hito refundacional, aunque no exento de tensiones.

15 de agosto de 2011 – 24 de octubre de 2011: Marcha por el TIPNIS

La defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure moviliza a indígenas del oriente y amazonia, iniciando una marcha desde Beni con destino a La Paz. Fue una de las mayores protestas ambientalistas en la historia boliviana. La promulgación de de la Ley 180 (Protección del TIPNIS) terminó con el conflicto.

21 de febrero de 2016: Referéndum constitucional

Bolivia decide frenar la reelección indefinida. Álvaro García Linera, que era el vicepresidente, reconoció al acto como: “Una locura política.” Mientras Evo Morales declaró:

“Respetamos los resultados, es parte de la democracia.” Aunque posteriormente buscarían vías para volver a postular.

20 de octubre de 2019 – 10 de noviembre de 2019 Crisis electoral

Elecciones controvertidas, protestas, incendios de casas, y la renuncia de Morales. Desde su refugio, denunció: “Ha habido un golpe cívico, político y policial.” Bolivia entró en uno de los períodos más tensos de la democracia reciente terminando con la renuncia de Evo Morales y su huida a México.

6 de agosto de 2025: Bicentenario

Bolivia cumple 200 años de independencia. Sin frase aún para el futuro, sólo la esperanza de cerrar heridas y aprender de la historia. El Bicentenario es la oportunidad de repensar el país desde la memoria, la dignidad y la diversidad.

A lo largo de su historia, Bolivia ha atravesado profundas transformaciones marcadas por resistencia, reivindicación y el increíble valor de sus habitantes. Cada hito, desde su creación hasta los conflictos del siglo XXI, revela un pueblo que, pese a las adversidades, no ha dejado de exigir justicia, soberanía y dignidad para su tierra y sus patriotas. Reconocer estos momentos no es solo un simple ejercicio de memoria, sino un compromiso con el pasado, presente y futuro: entender de dónde venimos para decidir con más fuerza y sabiduría hacia dónde vamos.