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Por Santiago Baudoin
Desde la previa del partido se podía intuir que se venía un encuentro muy disputado y trabado. Recordemos que entre 2015 y 2016 Chile venció en dos finales consecutivas a Argentina y dejaba a Messi hasta ese momento sin títulos con su selección. Por lo que este partido tomaba dos posturas muy marcadas: Chile queriendo seguir demostrando su capacidad de competir por encima de Argentina y estos sacando pecho por sus tres títulos internacionales y queriendo vengarse de las finales perdidas.
Esta rivalidad se llevó hasta el campo de juego, con un primer tiempo muy intenso, pero a la vez muy trabado. Chile cerró muy bien sus espacios, Claudio Bravo estuvo muy preciso y tranquilo con sus intervenciones. Argentina en cambio muy proactiva, generando ocasiones de gol a través de individualidades y pelotas paradas, pero nada que genere una sensación de superioridad futbolística, a pesar de la gran cantidad de oportunidades. La acción más destacada de esta primera parte vino en el minuto 24 cuando Messi tuvo un fuerte choque con Gabriel Suazo. El 10 de la selección argentina se sintió afectado por este y le generó una bajada de rendimiento importante.
Ya el segundo tiempo se mantuvo gracias a dos polémicas muy marcadas. Del lado argentino reclaman una mano en el área del Mauricio Isla que el árbitro y el VAR acordaron que no era sancionable. Por el lado chileno reclaman penal por un agarrón de González a Mauricio Isla en el área, pero que no fue tomada en cuenta por el juez Andrés Matonte. Cuando nos encontrábamos en el epílogo del encuentro, Lautaro Martínez que había sustituido a Julián Álvarez a los 73 minutos del partido, se encontró con el balón después de una serie de rebotes en el área posterior a un saque de esquina que le permitió poner el 1 a 0 final a los 87 minutos del partido.
Este resultado clasifica a cuartos de final a la selección argentina que debe buscar al menos el empate para asegurarse el primer lugar de su grupo. Mientras que en el lado chileno tienen la obligación de derrotar a Canadá y esperar que Perú no le gane a Argentina para poder meterse en cuartos de final de esta Copa América.