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Por Santiago Baudoin
Bolivia llegaba al encuentro con una misión clara: golear. Debía ganar por una diferencia de al menos 4 goles y esperar que Uruguay le diese una mano venciendo a Estados Unidos por una diferencia de 3 goles. Nada de esto ocurrió.
Bolivia formó con Viscarra; Rocha, H. Cuéllar, Haquín, Suárez, Sagredo; Terceros, Céspedes, Villamil, Vaca; Algarañaz.
Mientras que Panamá lo hizo con Mosquera; Murillo, Fariña, Córdoba, Harvey, Davis; Blackman, Martínez, Welch, Bárcenas; Fajardo.
El encuentro empezó muy trabado, principalmente en el medio sector con intervenciones de Villamil y Vaca por el lado boliviano como también de Welch y Blackman por el lado panameño. Sin embargo, la superioridad panameña empezó a mostrarse desde muy temprano en el partido. Más allá de que la tenencia del balón era pareja y así lo fue durante todo el partido, la diferencia radicaba en qué es lo que hacía cada selección tanto con la pelota como sin ella.
Este esfuerzo llevado a cabo por los jugadores panameños dio su fruto a los 22 minutos del encuentro. Luego de un tiro libre en propio campo, llegó un centro bombeado hacia el área de Guillermo Viscarra que pivoteó el delantero José Fajardo hacia Cristián Martínez que le devolvió el esférico cuando éste ya estaba libre de marca y disparó a quemarropa para poner el 1 a 0 en el marcador. Luego del primer gol panameño Bolivia despertó un poco. Comenzó a manejar un poco más el balón, pudo encontrarse mejor con Miguel Terceros y con Ramiro Vaca, pero esto no sirvió de mucho. El primer tiempo terminaba 1 a 0.
El inicio del segundo tiempo fue calcado inicio del primero. Una Bolivia desconcentrada, viéndose sobrepasada por una presión constante por el lado panameño y que generó un par de ocasiones de peligro en contra del arco de Viscarra pero que no tuvieron efecto. En el minuto 63 Antonio Carlos Zago, el entrenador de la selección nacional, decidió cambiar completamente el esquema de juego. Pasó de jugar con un 5-4-1 a hacerlo con un 4-4-2 más clásico. Para esto decidió cambiar a los dos volantes y también sacar a uno de los defensores para meter a ese segundo delantero. Este cambio le permitió a Bolivia pararse de mejor manera en el campo de juego, encontrarse más fácilmente. Y así es como llega nuestro primer y único gol en esta Copa América. Un gran pase filtrado de Ramiro Vaca para Bruno Miranda, este delantero extra del que hablábamos, para definir en un mano a mano frente a Mosquera y poner el 1 a 1 parcial en el marcador. Casi al mismo tiempo, pero en Kansas, Uruguay metía el 1 a 0 con un gol de Mathías Olivera y con ese resultado seguía clasificando Panamá.
Esto no quedó ahí. Los panameños tenían hambre y tenían ganas de demostrar su autoridad en el campo de juego y pasarnos por encima. Aquí es donde entró la mano del DT español Thomas Christiansen que decidió meter a Eduardo Guerrero en el minuto 74, tan solo 5 minutos después este metía un gol de cabeza entre dos jugadores bolivianos para devolver el liderato en el marcador al conjunto centroamericano. Pero esta no sería la última maniobra de Christiansen. En el minuto 90 ingresaría César Yanis para meter su gol unos segundos después en la primera oportunidad que tuvo. Esto sellaba el 3 a 1 final, la clasificación panameña, la eliminación boliviana y estadounidense pero sobre todo, la cerraba vergonzosa participación de Bolivia en esta Copa América 2024.