ESTO NO ES CULTURA, ES UN CHISTE

Por Santiago Baudoin

Este documental estrenado el 29 de noviembre es una oda a la Beatlemanía. Es la encarnación de las fanáticas locas y desesperadas por tener un poco de sus ídolos. Desde comprar su merchandising, seguirlos a donde vayan, colarse en sus hoteles, abalanzarse sobre ellos cuando salían a algún lado.

Podemos ver a los Beatles siendo ellos mismos. Burlándose de periodistas, políticos, miembros importantes de la sociedad estadounidense y sobre todo de ellos mismos. Pero también podemos ver a unos chicos incómodos. Abrumados por tener a dos cámaras siguiéndolos a todos lados, de que la gente se crea en derecho de molestarlos solamente por ser famosos y jóvenes, vemos a unos muchachos alterados por no terminar de entender el fenómeno en el que se estaban convirtiendo. Todo esto se traduce en una respuesta de Paul McCartney a la pregunta “¿Qué lugar creen que ocuparán los Beatles en la Cultura Popular?” en una de sus entrevistas en suelo a lo que dijo: “¿Cultura? Esto no es cultura es una gran broma». Así es como los Beatles veían lo que ocurría a su alrededor, sin comprender realmente que ellos eran los causantes.

Sin embargo, al mismo tiempo, nos muestran a los otros protagonistas. Nos muestran a los fanáticos locos que tratan de explicarnos qué es lo que sentían (Aunque ellos mismos no lo entienden). Vemos colecciones de reliquias de los Beatles, vemos a los artistas que influenciaron a los Beatles y lo que significaba para ellos que los de Liverpool interpretaran sus canciones en los conciertos, vemos a productores musicales explicar la importancia de la llegada a Estados Unidos del mejor grupo musical de todos los tiempos.

Beatles 64’ se convierte en una pieza fundamental en un rompecabezas infinito como es el legado de The Beatles, para poder entender la realidad de cuatro jóvenes liverpulianos que se aventuraron a cambiar el rumbo del mundo para siempre. Es el testimonio y el archivo de un momento crucial de la historia de la banda y la música en general que nos permite entender la cotidianidad de los músicos menos cotidianos de la vida.