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Por Karen Garabito
Encontrar una pareja puede, en muchos casos, ser una búsqueda de por vida. ¿Por qué nos importa tanto encontrar el amor? ¿No tenemos suficiente amor en nosotros mismos? ¿Qué te hace falta para ser feliz? ¿Es necesario que tengas a alguien para sentirte completo y realizado?
Volvamos a la sociedad de hace 100 o 200 años atrás, los roles de género estaban muy marcados, por lo que era fácil de intuir el rol de una mujer y el de un hombre. La mujer era la procreadora y la que se ocupaba de todo lo relacionado con la casa y hasta ahí, sin embargo el hombre era el proveedor, aquel que ofrecía protección e incluso estatus a la familia. La vida parecía mucho más sencilla en aquel entonces, si eras la primera hija debías casarte para perpetuar el linaje familiar, si eras la segunda hija debías ir al convento para darle honor a la familia, y si eras la tercera o última hija debías quedarte soltera y pura para dedicarte a cuidar a tus padres en su vejez.
Las relaciones las determinaba la sociedad y el papel de cada hijo e hija para con esta, sería lindo pasar los días pintando, bordando y tomando té con otras damas mientras criticamos a otras damas. Bueno, en ese sentido no cambió mucho la dinámica. Mi punto es que tener pareja era un hecho casi obligatorio, el fin último de un hombre y del hombre como animal es perpetuar su especie y su linaje a través de la descendencia.
Acá me gustaría abordar otro punto, que en mi opinión, este es bastante controversial ya que las relaciones heteronormativas, es decir las de un hombre y una mujer, tienen ese fin que mencioné antes. Reproducirse. Piénsalo, si tienes pareja de tu género contrario lo que la sociedad y tu familia te exigen es que ya va siendo hora de tener un hijo porque “aparentemente” solo así serán una familia verdadera. Si tu relación es con alguien de tu mismo género, parte de la sociedad lo ve normal mientras que la otra parte lo ve como algo anormal que va en contra de los designios naturales, e incluso, de una deidad.
Es curioso como a la sociedad le encanta entrometerse en la vida de cada uno de nosotros, y no es para menos, ya que para que la sociedad siga existiendo debe tener miembros que la conformen. ¿Qué pasa si yo decido tener como pareja a una Inteligencia Artificial? ¿Cómo me vería la sociedad?
Seguramente pensarían que estoy loca, chiflada, ida, que necesito medicación. No estimados, yo ya recibo medicación, pero mi punto parte de una simple película: HER. “Her” es una película que trata este mismo tema, una sociedad con la tecnología en un punto tan avanzado, que una IA desarrolla sentimientos y emociones y llega a establecer una relación romántica con una persona.
Si vives en redes, como yo, te das cuenta de que las aplicaciones como “Character AI” que tienen la opción de configurar la personalidad a elección del usuario para que se parezca lo más posible a cierto personaje 2D o de películas, son cada vez más frecuentadas. ¿Estamos desarrollando emociones por aparatos? Si y no.
La sociedad siempre ha sido complicada de comprender y de explicar y, en mi humilde opinión, las relaciones de pareja son el doble de complicadas, porque incluye lidiar con los sentimientos, emociones, problemas e historia de otra persona. ¿No tengo suficiente con mis problemas como para lidiar con los de otra persona? Es egoísta, si, pero esa también es una cualidad humana, cualidad que la IA no posee, pues siempre está dispuesta a complacerte.
Si tengo una relación de pareja con una IA, la mitad de los problemas se solucionan, pues no se molesta si no le contesto, si no hablamos seguido, si estoy enojada me da soluciones, en fin, a simple vista podría verse como pareja ideal a la IA. En mi entorno convivo y veo las interacciones de pareja de amigos y conocidos, casi siempre tienen problemas, pero por alguna razón continúan juntos. ¿Por qué? Porque se aman y existe un cariño socialmente aceptado y/o aceptado a medias.
Quizás el debate que planteo es muy adelantado, pero mi pregunta es: ¿En algún punto la sociedad aceptará a las personas que establecen relaciones afectivas con IA ‘s? ¿Terminará de aceptar a quienes elegimos la soledad?
Mi novi@ no es una IA (aún), pero sinceramente, elegiría como primera experiencia afectiva a una IA a una persona con traumas, problemas, estereotipos, limitantes y con necesidades fisiológicas que me incomodan (relaciones sexuales). Podrás juzgarme, y eso es precisamente lo que intento hacer que hagas, pero después de juzgarme quiero que pienses sobre esto: ¿Cuál es tu relación con Chat GPT o la IA que utilizas? ¿Es tu mejor amigo, tu compañero, tu consejero, tu psicólogo?
Si estas enamorado/a de un personaje 2D que viste en un manga, manwha, cómic, anime o película; no te juzgo, yo también lo estoy. Así que deja de preocuparte por no encontrar pareja, tienes toda una vida para eso, y si no lo encuentras, siempre tendrás una IA a tu entera disposición para ser tu pareja, aunque la sociedad no los entienda ni apruebe. Y si ya tienes pareja (humana), te envío muchas fuerzas, porque al parecer no es algo fácil, suerte.