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Por Edgar García
La representante nacional de los panificadores independientes, Elizabeth Galarza Ustáriz, explicó que los federados están obligados a vender el pan de batalla a 50 centavos con un peso de 60 gramos, debido a la subvención del Gobierno. En cambio, los independientes comercializan el pan entre 50 y 60 gramos a 70 centavos, ya que compran los insumos a precio de mercado.
“La subvención, ahorita, está en 98 bolivianos la harina, y para nosotros cuesta 480. La manteca a ellos les dan a 28 bolivianos la caja, y nosotros la compramos a 430. El azúcar es otro ejemplo, ellos la reciben a 26 bolivianos por 50 kilos, mientras que nosotros la pagamos a 300”, expresó Galarza.
Aseguró que su sector está identificado con letreros de ‘Panadería sin subvención – Panificadores independientes’, y cuestionó que eso no estaría ocurriendo con las panaderías.
En Cochabamba, dijo, existen al menos 600 panificadores independientes que producen y comercializan el pan de batalla sin ningún tipo de subsidio.